La Familia Primero
La sexta mujer más hermosa del mundo (Debra Winger por supuesto) encarna a una hija de familia emproblemada, en una película por demás excelente: La Fuerza del Cariño (Terms of Endearment, dirigida por James L. Brooks, 1983). Una producción poco jolivudesca, más bien afrancesada, refleja los ires y venires de la singular relación establecida entre una madre posesiva y su hija muy dueña de su ser y de su vida.
La cinta recorre con poca obviedad cada uno de los rincones del alma, de los sentimientos subyacentes y de las muchas veces incontrolables emociones humanas.
Simultáneamente exhibían en otro canal El Pianista (The Pianist, Roman Polanski, 2002). Intenso dibujo acerca la dictadura nazi durante los años de la irracional guerra totalitaria y genocida, y a la vez, dura crítica hacia los gobiernos absolutistas, facistas, y unilaterales, cuyas vertientes aún persisten en nuestros días.
Algunas escenas me fueron conduciendo poco a poco a las lágrimas contenidas. El tema de la injusticia humana me conmueve profundamente, hasta sacudirme la última vértebra lumbar, y despierta en mí, sin piedad, los más extraños sentimientos de odio y de rebeldía, así que decidí mejor saborear a Shirley MacLaine y a Debra Winger, y le cambié de canal. Al fin, al pianista lo puedo ver, escuchar y sentir en cualquier otro momento; a la MacLaine y sus denodados desplantes, no. Mi elección fue acertadísima. La Fuerza del Cariño recorre con cierta sumisión la vida de Emma Horton (Debra Winger) quien desde su infancia fue extremadamente dominada, absorbida y subyugada por Aurora su orgullosa y posesiva madre (Shirley MacLaine). Retrata en un apropiadísimo y luminoso esenario la tormentosa pero a la vez gratificante relación filio-maternal.
El escandaloso ring ring del teléfono ochentero sugiere impetuosamente la necesidad de querer escuchar y ser escuchado por alguien. Emma, al ignorar este llamado despierta aquella desconcertante sensación de "no me importas", "no te quiero oír", "déjame en paz", "no te necesito". Cosa harto difícil de realizar sobretodo cuando se sabe que es la mamá la que llama.
En la vida es necesario marcar ciertos límites ante las actitudes y comportamientos en nuestras relaciones cotidianas con nuestros congéneres, en especial con quienes convivimos y a quienes amamos. Invadir el espacio vital de otra persona es una transgresión harto difícil de tolerar y aceptar. Jack Nicholson personifica a Garrett Breedlove, un hedonista y liberal ex-astronauta, algo envejecido, que lleva una vida alocada y sin sentido. Portando su célebre, sempiterno y cínico rostro, Nicholson cumple magníficamente el secundario rol de pretendiente de Aurora y de invasor de su vida personal. Una verja divide las casas de ambos personajes y, aunque se antoja difícil, curiosamente Garrett respeta ese límite.
La Fuerza del Cariño es un filme excepcional que traspasa la frontera de los convencionalismos. Reune los más elogiosos valores de la personalidad humana. Encara y promueve las relaciones de familia como eje de la convivencia social, asunto nada fácil de resolver en nuestros tiempos.
Esta cinta discurre por muchas de esas vivencias y emociones que conforman la vida diaria. Todo está presente. Celos, madurez, orgullo, amistad, lealtad, comunicación, decepción, aceptación, desmadre, muerte, apego, soledad, impaciencia, miedo, sinceridad, confianza, riesgo, engaño, prudencia, alegría y tristeza. El pretexto es simplemente contemplar un Renoir auténtico.
Si no la has visto, vela cuanto antes. Si ya la viste, vuélvela a ver. Pero no te quedes sin disfrutar con nuevos ojos este canto a la convivencia, al perdón y a la aceptación de la condición individual.
Por cierto, el muchachito que hace el papel de Tommy, el hijo de Emma tiene una actuación destacadísima. También se dejan ver, en una temprana y fugaz aparición, Danny DeVito quien ya era chaparro para ese entonces y John Lithgow que todavía lucía algo de cabello.
Si has logrado leer hasta aquí, amable lectora o lector, es que la curiosidad te corroe las entrañas.
Seguro quieres saber quienes son las cinco sublimes beldades que superan a Debra.
Pues bien, no te la haré de tos y te permitiré conciliar el sueño, sabiendo en mi interior que compartes mi postura.
En mi más humilde opinión y con tu amable premiso, y aunque no estés de acuerdo, te manifiesto que
las mujeres mas bellas del Universo son, en ese estricto orden:
6. Debra Winger
5. Andie MacDowell
4. Valeria Golino
3. Gwyneth Paltrow
2. Todas mis fervientes lectoras
1. Mi mujer
Observa que excluido deliberada, plácida, radiante y lindamente a Angelina Jolie, a Madonna y a Britni. ¿Por qué será? Esto promete ser tema de otra intervención.
La Pfiffer y la Basinger tampoco aparecen porque últimamente no se han comunicado conmigo.
Hasta la próxima.
Ignacio Zamora
Excelente reseña de una excelente película
ResponderEliminarLo que no tocaste es como la madre se redime en la relación con la enfermedad de la hija
Gracias por la editorial!!!