La Biblioteca Digital Mundial
El proyecto de digitalización de los documentos más preciados e irremplazables -incunables dirían los antropólogos- que ha generado el Hombre a través de su complicado y denso devenir histórico está finalmente a buen resguardo y felizmente a nuestro alcance. La Biblioteca Digital Mundial (WDL por sus siglas en inglés) es un proyecto multinacional que tiene como propósito fundamental conservar y divulgar las manifestaciones documentales y sensoriales (sonoras, escritas, fílmicas y plásticas) que el género humano corriente, accidental o deliberadamente, va escribiendo en su paso y estadía por este planeta que denominamos la Tierra.
Documentos escritos en sánscrito, papiros egipcios sedentes en la Biblioteca de Alejandría, un manual árabe de caligrafía, la Declaración de Independencia de nuestros vecinos del norte, un cortometraje que retrata la llegada de inmigrantes a la isla Ellis en Nueva York, el Plan de Ayala redactado por los célebres Emiliano Zapata y Otilio Montaño en 1911, son apenas un lánguido esbozo de lo que seguramente será con el tiempo, este valioso recurso audiovisual.
Hoy día, la Biblioteca Digital Mundial preserva apenas unos 1500 documentos de países tan diversos como Irak, Sudáfrica, Suecia, Israel, Francia, China y México, entre otros, aportados por las instituciones de preservación de cultura de cada uno, desde el Archivo y la Biblioteca Nacional de Irak, cuna de la Humanidad, hasta la Biblioteca del Congreso de la Unión Americana.
Te invito a visitar y disfrutar sin levantarte de tu asiento, con una espumosa piña colada en tu mano derecha, con las papitas o palomitas de tu preferencia, al lado de la persona con quien más te identifiques, y sobre todo con la conciencia y la sapiencia que se tiene al disfrutar (digitalmente por supuesto) de la majestuosa expectación de este etéreo museo que eleva y compendia la obra de la especie humana.
Quiero entender y casi percibo que no ha habido una mayor ni mejor divulgación del conocimiento humano que la que esta fuente promete. La Biblioteca de Alejandría con sus más de 700 mil volúmenes nunca se comparará a los actuales esfuerzos de preservación y divulgación que los avances culturales y tecnológicos nos ofrecen hoy día, tal como lo hace el Proyecto Gutemberg.
México ha aportado a la Biblioteca Digital, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia, una colección de cinco códices mexicanos de origen prehispánico y colonial, que forman parte del acervo de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia y que pueden ser consultados online desde cualquier parte del planeta. Los códices en cuestión son el Colombino, Huamantla, Chavero, Sigüenza y la Matrícula de Tributos.
En el futuro, estoy seguro que, con algo de paciencia y mucho esfuerzo encaminado, podremos leer el Códice Mendocino, las Cartas de Relación del conquistador Cortés al emperador Carlos V, el códice maya de Dresde, el amplio acervo virreinal de la Biblioteca Palafoxiana, el Archivo General de Indias residente en Sevilla, el Manual de Urbanidad y Buenas Costumbres de Manuel Antonio Carreño, y muchos otros documentos sublimes, trascendentes y, aunque no me lo crean, muy interesantes.
Quiero pensar que el acervo inicial de la Biblioteca Digital posee el suficiente material para mantenerme ocupado por el resto de mis próximas 452 vidas.
Hasta la próxima.
Ignacio Zamora
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Te agradezco mucho tu interés y tus aportaciones.
IGNACIO ZAMORA